Pensé no comentar nada. ¿Puedo dejar de hacerlo con este título? La poesía está en todas partes, incluso en la muerte.
Yo iré algún día a este jardín. Al jardín de los poetas, en el que cantan los pájaros y los gatos retozan al sol. Oiré cantar a los niños que por las noches salen y juegan. Sonarán las campanas de mi Sevilla y estaré con el ser querido que me crió. Ella, me seguirá contando historias de unos campos, en los que el río suena y el agua transparente corre, los buitres surcan las nubes, las nueces caen del nogal... Esta será mi última morada. El jardín de los poetas. ¿Dónde mejor?